Spirit Of Kings Zaurac Eau de Parfum

Tan pronto como el príncipe recibió la carta y vio en ella el sello de su reina madre, ya sabía que la salud de su padre se había deteriorado gravemente. Negándose a la desesperación, decidió hacer el viaje habitual de seis días en cuatro. El problema con ese plan era que tomar la ruta más corta significaba que el príncipe tenía que cruzar una estrecha franja de tierra gobernada por uno de los enemigos acérrimos de su padre y plagada de bandidos y espías. Antes de emprender su viaje, envió a su leal servidor y compañero por la ruta habitual con una carta que detallaba su viaje, en caso de retrasos o problemas que pudieran sobrevenirle. En la segunda noche, aunque viajaba con cautela, el rostro desconocido del príncipe en una taberna concurrida llamó la atención de un espía experimentado, quien lo arrestó de inmediato y lo encarceló en una fortaleza cercana. Mientras tanto, el rey moribundo, que era propenso a ataques repentinos de delirio salpicados por largos períodos de sueño, se debilitaba cada hora. Esa noche, el rey soñó que su hijo volaba por encima de las nubes y luego, de repente, caía al suelo antes de ser rescatado por un bote negro que volaba y lo arrastraba justo antes del impacto. El rey despertó del sueño alarmado e incapaz de contener más su paciencia. En presencia de su reina, instruyó a once de sus más valientes guardias reales para localizar al príncipe y llevarlo a casa.